LA BACTERIA COME PLÁSTICO.
Por Ángel Cast
En el mundo se producen cada año más de 300 millones de
toneladas de plásticos y el 90% de ellos son derivados del petróleo. Una parte
importante se dedica a envases de botellas de bebidas, pero sólo cerca de un
15% se recupera y se recicla a escala global, según el informe “La nueva
economía del plástico”, publicado en enero de 2016. La mayoría de estos
compuestos se degrada de forma muy lenta y suponen una amenaza importante para
el medio ambiente, especialmente en los océanos. En las regiones costeras se genera
una cantidad de basura plástica de casi 100 millones de toneladas, de los
cuales 32 millones no son gestionados apropiadamente y una media de ocho
millones de toneladas termina flotando cada año en los océanos de todo el
mundo. Estos residuos se hunden, se acumulan en los sedimentos o se incorporan
a la cadena alimenticia marina, de la que los seres humanos somos los
depredadores situados en lo alto de la pirámide. «La realidad es que no sabemos
dónde está el 99% del plástico que llega al océano», explica a este diario
Carlos Duarte, investigador del Centro de Investigación del Mar Rojo de la
Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah de Arabia Saudí. La Unión
Europea ocupa una buena posición en la lista de plástico mal gestionado. Aun
así, España no gestionó bien cerca de 45.000 toneladas de plástico en el año
2010, según datos del Banco Mundial. Una posible solución pasa por el diseño de
nuevos plásticos a partir de fuentes renovables, pero eso no ayudaría con las
millones de toneladas que ya se han liberado en la naturaleza. Por ese motivo,
el hallazgo de la nueva bacteria I.
sakaiensis capaz de degradar por
completo el PET, puede suponer una excelente noticia para el medio ambiente.
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