VARIAS PALABRAS PARA DESCRIBIRLA
por Cristian Ugalde
Sus botines cafés y ese vestido
azul no cabían en lo inverosímil, se había transformado, era otra. Recuerdo
verla pasar por los pasillos del colegio, unos días su sonrisa iluminaba el
corredor y otros lo rojizo de sus ojos decaían en la profundidad de un abismo. Era
única como las millones de personas que suelen rodear el globo. Tenía jergas
propias, disparates notables, gustos
alternos, ¡qué sé yo!
Algunos días era feliz; otros, melancólica;
unos más, despreocupada, pero siempre llena de energía, ya fuera para alegrar
el día o para contagiarlo de ataduras.
Su nombre, aunque difícil de
recordar, hacía alusión metafórica al “cariño”, hacia lo real, hacia el amor. Un
día parecía ser ella misma, otro, alguien que no llegaba a conocer. Diluía cada
uno de los pensamientos en metáforas, transformaba cada palabra,
conceptualizaba cada sátira en sutil, en algo fuera de lo normal.
Durante un tiempo se alejó de los
pensamientos que invadían mi mente. Algunas noches hacía quiméricas seducciones
en mis sueños, otras, su recuerdo importunaba mis mejores días. Era ella, o eso
me gustaba pensar, aunque a decir verdad, ni la más loable brisa de “alucinio”
me permitía recordarla.
Así era, muchas palabras en una,
numerosas que la convertían en etérea, varias para describirla.
19-10-2017
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